I
Ven en mi auxilio, ven -le dije- y vino,
con alas de color fosforescente
bajo su suave luz alcé mi frente
retomando las riendas del destino.
Un ángel siempre va por el camino
de tu existencia con su rostro afable,
es ese amigo fiel e inseparable
que va quitando piedras a tu paso
para abrirte las puertas del ocaso
como un guardián seguro y responsable.