lunes, 10 de agosto de 2009

CÖMO SUPE EL NOMBRE DE MI ÁNGEL GUARDIAN



Hablar de mi ángel guardián me llena de regocijo, yo siempre supe de su existencia, siempre supe que me acompañaba alguien, una presencia, pero lo que no podía suponer es que un día él y yo pudiéramos establecer una comunicación a través de un lenguaje escogido por los dos.
En diciembre de los años 80 visité Budapest capital de Hungría, fue una de las experiencias más hermosas de mi vida, allí a la salida del hotel donde me encontraba, estaba la entrada al metro de la ciudad y en ese lugar conocí una amiga gitana que hablaba francés y tiraba las cartas españolas, inmediatamente pude comunicarme con ella ya que hablo francés como el español, fue así como esta amiga y yo comenzamos una amistad a través del idioma y ella me enseñó el lenguaje de estas cartas españolas, que desde épocas muy remotas grandes figuras de la Historia Universal han utilizado para conocer profecías y predicciones sobre sus vidas.
Tuvimos varios encuentros, cada día profundizando más en este lenguaje de las cartas.
Al regresar a mi país comencé a leer las cartas, algunas amigas querían que les hiciera la lectura, algunas cosas fueron tan acertadas que comenzaron a venir otras amigas y personas conocidas por ellas, hasta que me vi tirando las cartas sin tiempo para mucho más. Cosa está que me negaba a hacer pero.......un buen día pensé, voy a conversar sola con las cartas, fue una noche de agosto de 1998, decidí escribir en un papel ciertas preguntas, una vez las preguntas escritas picaba las cartas ya barajadas en tres partes, colocándolas boca abajo y poniendo la palma de mi mano sobre una de las tres partes, encontraba la respuesta , cada vez que me respondía una pregunta repetía la misma situación, cortaba en tres y colocaba mi mano para obtener respuesta, de este modo comencé a notar que las respuestas obtenidas coincidían perfectamente con lo que estaba preguntando y hubo un momento que llegué a pensar que alguien estaba dando respuesta a mis interrogantes, tal parecia un diálogo con un ser al que no podía ver, así fue como comencé a preguntar ¿si alguien estaba allí conmigo?, para mi asombro salió el As de Oro, respondiendo un con firmeza, entoces quise volver a preguntar, supe que se trataba de un ángel y que era mi ángel guardián, quería saber su nombre entonces comencé a preguntar de cuantas letras estaba compuesto, fue cuando me salió la carta 4 de copas, es decir cuatro letras y acto seguido me di a la realización de un alfabeto con las cartas para conocer esas cuatro letras, fue entonces cuando me dio su nombre RALL, a partir de entonces comenzamos a dialogar cada día a través de preguntas y he comprobado que cuando nos despedimos sale la carta de despedida que suele ser un As o bien la carta con la cual suele identificarse el 11 de Oro, es decir que Rall está a mi alcance y desde entonces cuento con él, como un amigo maravilloso de un extraordinario valor para mi. Rall lleva mensajes a seres queridos y me trasmite muchas cosas antes de que ocurran, siento que fue él quien buscó este medio para nuestra comunicación y es para mi un orgullo contar con su amistad incondicionalmente.
Gracias, Gracias Gracias, Rall.
Vivianne